Hábitos y Estilos 

                                              De Vida Saludable

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Profesionales de Excelencia Cosntruyendo Una Mejor Calidad De Vida

Marîa Fernanda Himm

Mèdica Psiquiatra .UBA(Universidad de Buenos Aires)

Vicepresidente Capìtulo Salud Mental, Actividad Fìsica y Deporte

APSA( Asosiaciòn De Psiquiatras Argentina)

Especialista En Adicciones

Buenos Aires – Argentina.


Dolores Fernández Pazos

Licenciada en Nutrición.UBA(Universidad de Buenos Aires)

Docente de Fundación H.A. Barceló.

Nutricionista Asistencial

Miembro del Equipo Editorial de Infoalimentos.


Deborah Meilerman

Licenciada en psicologia - Especialista en Psicosomàtica.

Psicoanalista.Psicosomatòloga

Especialista en Psoriasis y Vitiligo

Miembro Docente UNIFA (Universidad San Francisco de Asis) - Maldonado- Punta del este.

Talleres para padres y alumnos IC (International College) - Maldonado - Punta del este.

Miembro fundadora de Solapso (Sociedad Latinoamericana de Psoriasis)

Docente en Coordinadora de Psicologos Uruguay (CPU)

Punta del Este -Uruguay 


Hábitos Y Estilos De Vida Saludable

Vida Activa Hoy


Extracto De Organización Mundial De La Salud - OMS -

https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/physical-activity 


Actividad física

26 de junio de 2024

Datos y cifras

  • La actividad física regular es muy beneficiosa para la salud física y mental.
  • En el adulto, ayuda a prevenir y controlar enfermedades no transmisibles como las cardiovasculopatías, el cáncer y la diabetes; reduce los síntomas de la depresión y la ansiedad; y favorece la salud cerebral y el bienestar general.
  • En los niños y adolescentes, promueve la salud de los huesos, estimula el crecimiento y el desarrollo saludables de los músculos y mejora el desarrollo motor y cognitivo.
  • El 31% de los adultos y el 80% de los adolescentes no cumplen con los niveles recomendados de actividad física.
  • La meta mundial de disminución de la inactividad física en los adultos y los adolescentes consiste en una reducción relativa del 10% para 2025 y del 15% para 2030 con respecto al valor de 2010.
  • Según las estimaciones, si no se aumenta la actividad física los sistemas públicos de salud soportarán un gasto de unos USD 300 000 millones entre 2020 y 2030 (cerca de USD 27 000 millones anuales).

Panorama general

La OMS define la actividad física como todo movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos que requiere consumir energía. En la práctica, consiste en cualquier movimiento, realizado incluso durante el tiempo de ocio, que se efectúa para desplazarse a determinados lugares y desde ellos, para trabajar o para llevar a cabo las actividades domésticas. La actividad física, tanto moderada como intensa, mejora la salud. Entre las actividades físicas más comunes cabe mencionar: caminar, montar en bicicleta, pedalear, practicar deportes y participar en juegos y actividades recreativas. Todas las personas pueden realizarlas y disfrutar de ellas en función de su capacidad.

Si la actividad física es beneficiosa para la salud y el bienestar, cuando no se practica aumenta el riesgo de padecer enfermedades no transmisibles (ENT) y otros problemas de salud. Conjuntamente, la inactividad física y los hábitos sedentarios contribuyen a aumentar las ENT y suponen una carga para los sistemas de salud.

La mejora de los niveles de actividad física redundará positivamente en la salud y el bienestar y ayudará a alcanzar las metas mundiales en materia de ENT y varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Sin embargo, para lograrlo se necesitarán más compromisos e inversiones por parte de los Estados Miembros; innovaciones y aportaciones de agentes no estatales; la coordinación y colaboración entre varios sectores; y la orientación y el seguimiento continuos por parte de la OMS.

Beneficios de la actividad física y riesgos del sedentarismo y la inactividad

La inactividad física es uno de los principales factores de riesgo de mortalidad por enfermedades no transmisibles. Las personas que no hacen suficiente ejercicio presentan un riesgo de mortalidad de un 20% a un 30% superior a las que son suficientemente activas. Estos son los beneficios de la actividad física:

  • en el niño y el adolescente: mejora la forma física, la salud cardiometabólica y de los huesos, y la capacidad cognitiva y la salud mental, y reduce la grasa corporal;
  • en el adulto y el anciano: reduce el riesgo de mortalidad por todas las causas y por enfermedades cardiovasculares, la aparición de hipertensión, de cánceres en lugares específicos y de diabetes de tipo 2, y las caídas, y mejora la salud mental, la salud cognitiva, el sueño y las medidas de grasa corporal; y
  • en las mujeres durante el embarazo y el puerperio: reduce el riesgo de preeclampsia, hipertensión gestacional, diabetes gestacional, el aumento excesivo de peso durante el embarazo, las complicaciones en el parto, la depresión posparto y las complicaciones del recién nacido. Además, cabe señalar que la actividad física no tiene efectos adversos sobre el peso al nacer ni entraña un mayor riesgo de muerte prenatal.

El sedentarismo consiste en realizar actividades de bajo gasto de energía mientras se está despierto, como sentarse, reclinarse o tumbarse. Los modos de vida de las personas son cada vez más sedentarios debido al transporte motorizado y al uso creciente de pantallas para el trabajo, la educación y el ocio. Los datos demuestran que el aumento del sedentarismo se asocia con los siguientes efectos negativos en la salud:

  • en el niño y el adolescente: aumento de la grasa corporal; deterioro de la salud cardiometabólica, la forma física y el comportamiento prosocial; y reducción de la duración del sueño; y
  • en el adulto: aumento de la mortalidad por cualquier causa, por enfermedades cardiovasculares y por cáncer, así como de la incidencia de enfermedades cardiovasculares, cáncer y diabetes de tipo 2.

¿Cuánta actividad física hay que practicar?

En las Directrices de la OMS sobre actividad física y hábitos sedentarios se ofrecen recomendaciones para niños mayores de 5 años, adolescentes, adultos, personas mayores, embarazadas y puérperas, y personas con enfermedades crónicas y discapacidad. Se detalla la frecuencia, la intensidad y la duración de la actividad física necesarias para que esta práctica redunde significativamente en la salud y ayude a reducir los riesgos. En el documento se recuerda que incluso un poco de actividad física es mejor que ninguna y que toda actividad cuenta. Todas las personas, con independencia de su edad, deben reforzar su musculatura y limitar el tiempo que dedican a realizar actividades sedentarias.

En las directrices sobre la actividad física, el sedentarismo y el sueño para los niños menores de 5 años (en inglés) se recomienda el tiempo en el que deben practicar actividades físicas y a dormir en el transcurso de las 24 horas del día para favorecer su salud y bienestar, así como el tiempo máximo que deberían dedicar a actividades sedentarias ante una pantalla o que se les debería permitir hacerlo.

En este gráfico (en inglés) se resumen las directrices actuales de la OMS sobre actividad física y sedentarismo para todos los grupos de edad. La OMS elabora estas directrices tras consultar a expertos y revisar numerosas pruebas científicas. Ya se están preparando las próximas directrices, que se prevé publicar en 2030.

Niveles de inactividad física en el mundo

La OMS hace un seguimiento periódico de las tendencias relativas a la inactividad física. Según un estudio reciente (1), casi 1800 millones de adultos (el 31%) no practican actividad física, o más concretamente, no cumplen las recomendaciones mundiales de realizar una actividad física moderada durante al menos 150 minutos a la semana. El nivel de inactividad se ha incrementado cinco puntos porcentuales desde 2010 y, de mantenerse esta tendencia, la proporción de adultos que no alcanzarán los niveles recomendados de actividad física será del 35% en 2030.

A nivel mundial, se observan diferencias notables en los niveles de inactividad física en función de la edad y el sexo:

  • Las mujeres son una media de cinco puntos porcentuales menos activas que los hombres, un dato que se mantiene desde 2000.
  • Después de los 60 años, la actividad se reduce tanto en los varones como en las mujeres.
  • El 81% de los adolescentes (de 11 a 17 años) no realizan actividad física. (2)
  • Las adolescentes son menos activas que los chicos: el 85% no cumplen las recomendaciones de la OMS, por un 78% en el caso de los varones.

Hay diversos factores que determinan el grado de actividad física de las personas y el nivel general en cada grupo de población, que guardan relación con el individuo o con determinantes sociales, culturales, ambientales y económicos más amplios que influyen en el acceso y las oportunidades de mantenerse activo de forma segura y agradable.

¿Qué pueden hacer los Estados Miembros para que su población sea más activa?

En el Plan de Acción Mundial de la OMS sobre Actividad Física se formulan recomendaciones sobre políticas para que los países y las comunidades promuevan la actividad física y velen por que todas las personas tengan más oportunidades de mantenerse activas con regularidad. Por ejemplo, se recomiendan políticas que promueven la posibilidad de desplazarse a pie, en bicicleta y en transporte no motorizado; que ofrecen más las oportunidades de realizar actividad física en las escuelas, los lugares de trabajo, las guarderías y en la prestación de servicios de salud; y que aumentan la accesibilidad y la disponibilidad del deporte popular y los espacios públicos abiertos.

La aplicación de políticas eficaces para aumentar los niveles de actividad física requiere un esfuerzo colectivo y coordinado de varios servicios públicos a todos los niveles, como la sanidad, el transporte, la educación, el empleo, el deporte, el ocio y el urbanismo. Además, es preciso que, a nivel tanto local como nacional, las organizaciones no gubernamentales y diversos sectores, partes interesadas y disciplinas se comprometan a ayudar a aplicar políticas y soluciones adecuadas al entorno cultural y social de cada país. Deben priorizarse las políticas encaminadas a solventar las disparidades en los niveles de actividad física, promoviendo, posibilitando y fomentando que todas las personas la puedan realizar.

Respuesta de la OMS

La OMS ayuda a los países y a las partes interesadas a aplicar las medidas recomendadas mediante:

  1. la elaboración de orientaciones y directrices políticas de ámbito mundial, basadas en el consenso y las pruebas más recientes;
  2. el apoyo a los países para que formulen políticas apropiadas que promuevan la actividad física y la colaboración entre varios sectores;
  3. la concienciación sobre los numerosos beneficios del aumento de la actividad física y el apoyo para efectuar los análisis económicos sobre las repercusiones del aumento de la actividad física y el retorno de la inversión de las diferentes políticas;
  4. la elaboración de herramientas técnicas y conjuntos de materiales didácticos con el fin de ayudar a los países a crear capacidad para aplicar políticas y programas en lugares estratégicos e innovaciones utilizando plataformas digitales, por ejemplo mediante cursos de la Academia de la OMS, talleres para varios países y otras actividades destinadas a intercambiar conocimientos;
  5. la organización, la coordinación y la colaboración para reforzar las alianzas entre sectores y entre los responsables de la formulación de políticas, los profesionales y los investigadores; y
  6. la presentación de informes y el seguimiento a escala mundial sobre los progresos realizados para aplicar el Plan de Acción Mundial sobre Actividad Física, los niveles mundiales de inactividad física y los avances hacia la reducción relativa del 15% en la prevalencia de la inactividad física de aquí a 2030.

La OMS ayuda a los países y a las partes interesadas a aplicar las medidas recomendadas mediante la elaboración de orientaciones y directrices sobre políticas a escala mundial, basadas en los consensos y las pruebas más recientes, a fin de que formulen políticas, las justifiquen con argumentos y encuentren medios de financiación apropiados.

Referencias bibliográficas

  1. National, regional, and global trends in insufficient physical activity among adults from 2000 to 2022: a pooled analysis of 507 population-based surveys with 5·7 million participants. The Lancet Global Health (2024).
  2. Guthold, R., Stevens, G., et al. Global trends in insufficient physical activity among adolescents: a pooled analysis of 298 population-based surveys with 1.6 million participants. The Lancet Child & Adolescent Health Vol. 4 Iss. 1 (2019).

                                                              

Carolina Recalde

Lic. En Educación Física y Deporte